p:first-letter { display:block; margin:5px 0 0 5px; float:left; color:#035EFC; font-size:60px; font-family:vivaldi; }

sábado, 25 de mayo de 2013

25 de mayo. Revolución... de conciencias!

Oración por la patria


Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina!¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.



viernes, 10 de mayo de 2013

El despertar de la señorita Prim. Natalia Sanmartin Fenollera

Creen que añoran el pasado, pero en realidad, su añoranza tiene que ver con el futuro.
John Henry Newman.

Atraída por un sugestivo anuncio, Prudencia Prim llega a San Ireneo de Arnois, un pequeño lugar lleno de encanto cuyos habitantes han decidido declarar la guerra a las influencias del mundo moderno. La señorita Prim ha sido contratada para organizar la biblioteca del Hombre del Sillón, un hombre inteligente, profundo y cultivado, pero sin pizca de delicadeza. Pese a las frecuentes batallas dialécticas con su jefe, poco a poco la bibliotecaria irá descubriendo el peculiar estilo de vida del lugar y los secretos de sus nada convencionales habitantes.

En San Ireneo de Arnois rigen otros códigos, se vive en otro tiempo, con otro ritmo y los valores son bastante diferentes del mundo de afuera, del mundo contemporáneo. Y la Srta. Prudencia Prim acababa de entrar en ese mundo sin saber que se iba a cuestionar muchas de las “verdades aceptadas y vividas” con anterioridad, sin saber que iba a “despertar” a un mundo donde la conciencia, la reflexión, la erudición, los placeres sencillos, los afectos, la creatividad y la espiritualidad regían la vida.


Podríamos calificar la novela como su mismo nombre: un despertar, un descubrimiento del sentido de la vida, del sentido que le dan a la vida los habitantes de este pueblo que parece detenido en el pasado pero con tiempo para las amistades, los rituales, la meditación. Un pueblo donde los niños asisten a la escuela “formal” sólo dos mañanas y el resto de la educación la reciben en las casas, con sus mayores, el médico enseña química, la florista da biología, el especialista que domina veinte lenguas enseña literatura. Y tan excéntricos son sus habitantes que la farmacéutica trabaja haciendo panes dulces sólo por la tarde, una especialista súper titulada tiene un periódico casi folletinesco que cuenta las noticias del pueblo. Y nuestra señorita Prudencia Prim, titulada en Relaciones Internacionales, Ciencias Políticas y Antropología, además doctorada en Sociología y especialista en biblioteconomía y arte ruso medieval… fue contratada para acomodar y ordenar la gran biblioteca del Hombre del Sillón. Y este Hombre del Sillón era quien dominaba veinte lenguas (diez de ellas lenguas muertas) y educaba personalmente a sus cuatro sobrinos de entre 8 y 12 años.
Con profundas convicciones morales, filosóficas y espirituales, el Hombre del Sillón comienza a socavar, con delicadeza pero de manera contundente, las creencias de Prudencia, que no son otras que las de la mayoría en el mundo occidental. Además, un original y excéntrico grupo de mujeres exponen sus opiniones sobre muchos aspectos esenciales. Entre todos provocan e interpelan a la Srta. Prim, directa o indirectamente, sobre educación, uso del tiempo, matrimonio, espiritualidad, razón, delicadeza, cortesía, amistad, compromiso en la pareja… sobre qué es ser feliz. Y junto con la Srta. Prim también nos sentimos interpelados nosotros.

La novela tiene un estilo muy particular, una estética diferente que me ha gustado mucho. Muy cuidada, trabajada.  Su ritmo es agradable, no nos atropella pero no nos deja estancados en una situación. La trama me pareció muy interesante y bien planteada. A través de comentarios de algunos clásicos (Orgullo y Prejuicio entre ellos) y de reflexiones sobre lo que aporta o deja de aportar la literatura en la actualidad nos lleva a meditar sobre cuestiones fundamentales. Con una sensibilidad fina y sólida vemos “despertar” a la Srta. Prim, quien analiza sus creencias, sus emociones y sentimientos con calma, no hay pasiones desenfrenadas sino un paulatino y delicado despertar del espíritu, un hacerse más sensible, más palpable, más humano.

Me encantó el epígrafe de inicio, esa idea de “añoranza del futuro,”  de buscarse y encontrarse a sí mismo, y aceptarse, y quererse, y atreverse.

Y ese Hombre del Sillón… tan prudente, tan paciente, tan respetuoso, tan íntegro. Es una novela donde no hay "cuerpos," vemos y conocemos a los personajes por su espíritu, igual que al pueblo, que parece detenido en el tiempo, con otros parámetros y otros objetivos. Un pueblo cuyos habitantes están decididos a recuperar valores que la sociedad actual ha perdido o descuidado. Me encantaron las reflexiones de índole espiritual, filosóficas, y los conceptos sobre el matrimonio. Muchos dirán: de otra época pero ¿tanto cambió la esencia del ser humano? ¿Tan diferente es ahora lo que nos lleva a la felicidad?

Interpelante. Diferente. Una novela que no será del gusto de todos pero que yo he disfrutado mucho y, por lo tanto, la recomiendo.
.

domingo, 5 de mayo de 2013

El descubrimiento de las brujas. Deborah Harkness.

"La magia es el deseo convertido en realidad."

Bonita definición que podría resumir lo que provoca la lectura de esta novela. Una impecable mezcla entre los mundos de la ciencia, la historia y la magia. Todo muy bien ensamblado y trabajado como un juego de ajedrez.




Argumento.


En el corazón de la Biblioteca Bodleiana de Oxford, la apasionada historiadora Diana Bishop se topa en medio de sus investigaciones con el manuscrito identificado como Ashmole 782. Descendiente de un antiguo linaje de brujas, Diana intuye que el manuscrito está relacionado de alguna manera con la magia, pero no quiere tener nada que ver con la brujería. Y después de tomar algunas notas sobre sus curiosos dibujos, lo devuelve sin perder más tiempo a las estanterías. Lo que Diana no sabe es que se trata de un manuscrito alquímico que ha estado perdido durante siglos y cuyo descubrimiento ha desencadenado que hordas de daimones, vampiros y brujas salgan a la luz de las salas de lectura de la Biblioteca. Una de esas criaturas es Matthew Clairmont, un enigmático genetista, amante del buen vino y vampiro milenario, cuya alianza con Diana se hará progresivamente más íntima y poco a poco surgirá entre ambos una relación que hará tambalear los tabúes asentados desde hace tiempo en un mundo secreto y encantado. La teoría de la evolución de Darwin no contempló todos los seres que habitan la Tierra, pero Deborah Harkness lo ha hecho en esta emocionante e ingeniosa novela. Desde Oxford a Nueva York, y de aquí a Francia, la magia, la alquimia y la ciencia nos desvelan sus verdaderos vínculos en el libro definitivo sobre la brujería y sus poderes.
 
Opinión.

Diana, una bruja que reniega de sus poderes y que no los domina. Matthew, un temible vampiro milenario. Y un amor predestinado y resguardado desde mucho, mucho tiempo atrás. Un amor que podría cambiar las reglas del mundo conocido hasta entonces. Un amor que lo cambiaría todo. Y algunos no quieren esto. La guerra es inevitable y el enfrentamiento entre las criaturas será implacable.

Una muy interesante historia que combina intrigantes criaturas sobrenaturales con precisas descripciones científicas e históricas que logran crear una trama rica, inquietante, romántica y dramática a la vez. Con un estilo sólido y ameno, con protagonistas con cuerpo y secundarios muy presentes e importantes en el desarrollo de la historia, Deborah Harkness logra introducirnos en un mundo mágico del que cada vez queremos saber más.

La tensión dramática es adecuada y el cambio de escenarios permite conocer cada vez más a los personajes, su entorno y sus familias. Para mi gusto le sobraron algunas páginas sobre el final de la novela, pero puede atribuirse al hecho de que era necesario dejar una serie de hilos tendidos para la segunda parte (recordemos que es una trilogía) donde la historia continúa y promete ser muy interesante.

Esta muy interesante reflexión sobre lo sobrenatural en boca de Diana, la historiadora, puede ayudarnos a entrever la línea de la novela:

“Quería saber cómo los humanos llegaron a tener una visión del mundo en la que había tan poca magia. Necesitaba comprender cómo se convencieron a sí mismos de que la magia no era importante.” (…) “Pero de todos modos, al final no tuvieron éxito. La magia nunca desapareció del todo. Esperó, en silencio, a que la gente volviera a ella cuando la ciencia fuera insuficiente.”

Vale la pena leer esta historia de brujas y vampiros porque ofrece un argumento sólido donde la relación de amor en la pareja es un punto fuerte pero no es el único.
.