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jueves, 16 de enero de 2014

Arte en movimiento...

Imperdible...

Mella, Tiempo voraz, del león las garras,
deja a la tierra devorar sus brotes,
arranca al tigre su colmillo agudo,
quema al añoso fénix en su sangre.


Soneto de amor XIX
W. Shakespeare



sábado, 11 de enero de 2014

84, Charing cross road. Helene Hanff

Especial para amantes de los libros y las librerías.

Una joyita por su delicada, sutil y entrañable hechura.

Una nouvelle epistolar que no tiene desperdicio. Como esas masas finas que se degustan y nos dejan un sabor suave, tenue pero contundente. Escrita sin estridencias, sin golpes bajos... como el fluir de la vida con las pequeñas alegrías, los inevitables sinsabores. 

Describe una de esas amistades que se forjan desde lo que compartimos y amamos, en este caso los libros. En las cartas se comparten intereses y gustos intelectuales, pero poco a poco se va generando la confianza necesaria para la amistad. Luego se comparten bromas, y más tarde, los afectos, la familia, el entorno de trabajo... la vida.

Todo es delicado y sutil, como si tuviéramos una pieza de cuidado en nuestras manos, frágil pero a la vez sólida. Porque se trasluce el alma, como sucede siempre en las cartas. Pareciera que el género epistolar genera el clima necesario para "dejarse ver" un poco más, para mostrarse, pero no con el desparpajo y la desinhibición de las redes sociales en la actualidad, sino de una manera más profunda, más íntima, más esencial.

No tienen desperdicio las reflexiones de Helene sobre lo que se siente (sentimos los amantes de los libros) al tocar, acariciar, un libro de segunda mano, cuando el mismo se abre casi mágicamente en una página muy marcada pues, seguramente, al dueño anterior le gustó algo que allí se decía... y de repente, encontrar esa frase marcada, subrayada tal vez, y que en nosotros resuene también.  O la otra opción, la de marcar a conciencia nuestros propios libros para que un lector venidero "nos lea" al encontrar la preferencia y así sepa algo más de nosotros, aún  sin conocernos. En fin, las múltiples lecturas que nos ofrece la magia de los libros, de la literatura: las relaciones autor-lector, libro-lector, lector-lector, lector-librero, etc.


La historia fue convertida luego en guión teatral y posteriormente llevada al cine con Anthony Hopkins y Anne Bancroft, versión que busqué pero aún no encontré. Me intriga saber cómo se adaptó en ambos casos pues los protagonistas nunca se vieron personalmente, lo que no quiere decir que no se conocieran.


En octubre de 1949, Helene Hanff, una joven escritora desconocida, envía una carta desde Nueva York a Marks & Co., la librería situada en el 84 de Charing Cross Road, en Londres. Apasionada, maniática, extravagante y muchas veces sin un duro, la señorita Hanff le reclama al librero Frank Doel volúmenes poco menos que inencontrables que apaciguarán su insaciable sed de descubrimientos. Veinte años más tarde, continúan escribiéndose, y la familiaridad se ha convertido en una intimidad casi amorosa. Esta correspondencia excéntrica y llena de encanto es una pequeña joya que evoca, con infinita delicadeza, el lugar que ocupan en nuestra vida los libros... y las librerías. 84, Charing Cross Road pasó casi inadvertido en el momento de su publicación, pero desde la década de los setenta se ha convertido en un verdadero libro de culto a ambos lados del Atlántico.


Una excelente opción de lectura. Breve, bella, delicada, profunda. ¿Qué más?
A disfrutarla...
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martes, 7 de enero de 2014

La sombra de la noche. Deborah Harkness

Una mezcla impecable entre la magia y la ciencia. Un paseo por la historia y el mundo creativo de la Inglaterra isabelina del siglo XVI y otros países de Europa.  Con descripciones a lo Dickens y una mirada desde el siglo XXI, esta novela es una excelente continuación de "El descubrimiento de las brujas."  
No faltan la aventura, la intriga, el romance... todos los elementos en su justa medida y en el momento adecuado.

Diana y Matthew  profundizan su amor y su compromiso. Recuperan vivencias y disfrutan de un viaje al pasado del que pueden extraer mucha experiencia e información, pues conocen de qué manera secedieron los hechos en definitiva. La interacción entre presente y pasado es como un mecanismo de relojería, donde el encuentro con personajes del "futuro" definen y explican muchas de las acciones de éstos a posteriori. Algunos de los capítulos están ambientados en la actualidad, pero entrelazando hechos, objetos y situaciones con las vivencias de los protagonistas en el pasado.
El planteo científico y moral sigue siendo sólido y el ingrediente mágico, además de ser indispensable, es apasionante.

Enorme disfrute me ha generado la lectura de esta segunda parte. Para no perder detalle releí "El descubrimiento..." y fue una excelente decisión.  Ahora sólo me queda desear con vehemencia que no se retrase la tercera y última parte de la historia, que según dicen saldrá en julio.

Una vez asumida su condición de bruja con poderes para viajar en el tiempo, la historiadora Diana Bishop está preparada para emprender un viaje al pasado en el que poder encontrar el Ashmole 782 completo, el manuscrito secreto cuyos poderes deben comprender para evitar el fin de la pacífica convivencia entre brujas, vampiros, daimones y humanos.
Su marido, el genetista Matthew Clairmont, la acompañará en esa búsqueda, pero viajar al pasado no es tan sencillo para un vampiro, y mucho menos a un pasado que ya vivió, donde su «yo» del pasado desempeñó un relevante papel en la lucha política de la época; un «yo» que odiaba a las brujas como Diana.
Rodeados de intrigas y en una incesante carrera por encontrar Ashmole 782, Diana y Matthew se adentrarán en el Londres isabelino acompañados por los amigos del Matthew del pasado —los miembros de la Escuela de la Noche y entre los que se encuentran Christopher Marlowe y sir Walter Raleigh—, e incluso Shakespeare. Pero también deberán refugiarse en un castillo de la campiña francesa y pasar unos meses en la corte del emperador Rodolfo II en Praga para lograr su objetivo y proteger su secreto, mientras Diana aprende a controlar la magia con una poderosa bruja.
 Excelente Deborah Harkness...
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miércoles, 1 de enero de 2014

María Madre de Dios...

Aseméjanos a ti
y enséñanos a caminar por la vida 
tal como tú lo hiciste:
fuerte y digna, sencilla y bondadosa,
repartiendo amor, paz y alegría.
En nosotros recorre nuestro tiempo
preparándolo para Cristo Jesús.


José Kentenich