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domingo, 30 de marzo de 2014

Personas como yo. John Irving

Provocadora.

Reflexiva.

Y aunque sigo buscando un solo adjetivo más para calificarlo no logro quedarme con sólo uno más.

Porque esta novela de John Irving, en mi caso, cumplió con su objetivo: Cuestionar. No hablaría ya de incomodar, porque no es ésa la sensación que generó en mí. Pero sí en algunos puntos pensé: "Bueno, aquí ya se pasa." Y aunque muchas veces la realidad supera la ficción me parece que un mundo tan saturado como plantea esta obra es bastante poco probable. Y esta mirada, esta postura, es la que introduce al final el autor con un personaje que dice lo que probablemente se planteen los lectores (me incluyo) y, de alguna manera, representa un guiño pícaro y astuto de Irving.

La novela cuenta la vida de Billy Dean, desde su adolescencia hasta casi sus setenta años. Y la búsqueda y formación de su identidad (más centrada en la sexualidad) en cada paso. No vemos un personaje conflictuado, oscuro, por el contrario, toma su vida y su sexualidad con bastante naturalidad, no hay traumas paralizantes. Sí vemos la insatisfacción, las dudas, las incertidumbres, pero dentro de procesos normales y habituales en la maduración de las personas. Nuestro Billy es bisexual y crece en un mundo lleno de tabúes y prejuicios pero también un mundo de dobles discursos y anhelos ocultos (o no tanto). El mismo teatro de tragedias, comedias y absurdos de Shakespeare e Ibsen en el que crece Billy se representa también en esa sociedad.

Excesos, perversiones, promiscuidad, incesto, travestismo... creo que ha dado lugar a todo. Y dentro de tanta trama revuelta el lector va corriendo y comprendiendo (o no) las vidas de esos personajes, algunos más enteros que otros. Si bien Billy logra integrar su personalidad hay varios personajes que no lo superan y caen en espirales autodestructivos. Amplio panorama del género humano.

Hay pasos de comedia, sobre todo al principio, y luego comenzamos a descubrir las tragedias, entre ellas, la epidemia de SIDA que azoló a EEUU en las últimas décadas del siglo XX. Tanta promiscuidad y liberación sin prevención deja una profunda huella en la sociedad. De paso, va una crítica a la inacción del gobierno de Bush.

¿Moviliza? Sí.  ¿Cuestiona? Sí. 

Está escrita para eso. Repito: me reconcilió la postura del personaje al final de la novela, como nuestro Billy es escritor y los temas de sus obras son los mismos que lo afectaron siempre -identidad sexual-  y como además es un activo defensor de la igualdad y la no discriminación, este personaje lo enfrenta a la opinión de sus lectores (los de Billy y los de Irving) y en las respuestas que ofrece podremos encontrar también las que nosotros hacemos al autor. Ingenioso y cómplice final.

Una muy buena obra, realista, creativa, profunda. Obviamente, muy bien escrita.

Muy recomendable.

En el pequeño teatro de aficionados de la localidad de First Sister, y también en el Club de Teatro del colegio, al adolescente Billy Dean suelen caerle en suerte papeles complejos y ambiguos, pero sin duda nunca serán tan valientes y comprometidos como los que tendrá que interpretar en ese otro gran teatro que es la vida. Lo cierto es que, a sus trece años, su existencia da un vuelco tras conocer al atractivo Richard Abbott, su futuro padrastro y figura clave en su educación sentimental. Richard también le presentará a la señorita Frost, la maravillosa bibliotecaria del pueblo, quien guía sus primeras lecturas antes de acabar convirtiéndose en fiel cómplice. A medida que avanzan los cursos escolares, y mientras se forja como escritor, Billy se embarca en la búsqueda de su identidad sexual al tiempo que vive cada vez de manera más apremiante la necesidad de conocer a su verdadero padre, ese eterno ausente del que nadie habla. Tardará toda una vida en dar con él, y será en Madrid. 
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lunes, 10 de marzo de 2014

El silencio de las palabras. Jean Kwok

Si hay historias de vida que merecen ser leídas, ésta es una de ellas.

La vida de Kim/Jean está llena de situaciones cual perlas de un collar que termina siendo de una belleza ejemplar. Una vida muy dura, muy sacrificada, muy intensa y muy rica. La vida de dos mujeres inmigrantes, el cambio cultural, la necesidad de adaptación, la incomprensión, la explotación, los vínculos, la fuerza del amor. ¿Por qué Kim/Jean? Porque Jean, la autora, también es una inmigrante y ha pasado por similares circunstancias que su personaje.

A través de una prosa cuidada, prolija, y con una narración sensible, vemos crecer a Kim, arremeter y sobreponerse, siempre lúcida, siempre realista, pero también siempre guiada por los sueños.

La estructura temporal in media res es el marco perfecto para contar esta historia de superación y aprendizaje que nos conmueve el corazón e interpela nuestra voluntad. La descripción de los ambientes, los personajes, las diferencias sociales, las emociones, las reflexiones, son piezas de artesanía de gran belleza y profundidad.

La novela me ha sobrecogido el corazón, puso delante de mí una vida ejemplar, como hay muchas, y destapó una dura realidad cada vez más frecuente: la de quienes tienen que abandonar toda su historia y su mundo conocido y comenzar desde cero en otro lugar.

Una excelente obra que merece la pena ser leída. Con garantía de satisfacción.


Al igual que la protagonista de su novela, Jean Kwok llegó a Nueva York siendo una niña, sin saber una sola palabra de inglés. Como la familia había gastado todo su dinero en el viaje, se tuvieron que poner a trabajar en los sórdidos talleres de confección de Chinatown, que están magistralmente descritos en esta novela. Sin embargo, gracias a sus excelentes resultados escolares, Jean Kwok pudo ingresar en la universidad de Harvard. Durante años, siguió compaginando sus estudios con diversos trabajos, desde lavaplatos a profesora de inglés para inmigrantes asiáticos. Por razones sentimentales, la autora se trasladó a Holanda donde empezó a trabajar como traductora en la universidad de Leiden. En la actualidad, vive en Holanda con su marido y sus dos hijos y se dedica en exclusiva a la creación literaria.

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jueves, 6 de marzo de 2014

Si el amor es una isla. Esther Sanz

Isla de Sark. Canal de la Mancha. Una sociedad feudal, detenida en el tiempo. Algunos de sus habitantes dicen que allí nunca pasa nada. Sin embargo, algunas vidas cambian radicalmente tras unos meses de convivencia en la isla.

Intriga, misterio, secretos, sospechas... Unos pocos e interesantes personajes dan vida a una historia cuidada, bien escrita, bien llevada. Un paisaje mágico en una isla misteriosa y el encuentro de almas lastimadas que buscan sanarse son algunos de los aciertos de esta novela.

Y, por supuesto, el amor... en muchas de sus formas.

Simple, encantadora, refrescante.

Una buena opción de lectura.

Luisa viaja a una pequeña isla del canal de la Mancha donde el tiempo se detuvo hace siglos. Allí trabajará en un exquisito hotel regentado por un hombre misterioso que lo dirige con mano firme y estrictas reglas. Desobedecerlas tiene castigo,sin embargo, Luisa no puede controlar su curiosidad y se verá envuelta en situaciones límite y juegos oscuros ideados por el jefe. Su osadía será castigada, pero resolver el misterio que envuelve al amo tendrá recompensa. Él, exigente y distante, y ella, curiosa y de espíritu intrépido, chocan estrepitosamente. O de forma espectacular, depende de cómo se mire. Secretos, aventuras y enfrentamientos dan paso a un tórrido romance que bebe directamente de las grandes novelas románticas de siglo XIX.