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martes, 26 de agosto de 2014

Cien años de Julio Cortázar

Conservación de los recuerdos


    Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: «Excursión a Quilmes», o: «Frank Sinatra».
    Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: «No vayas a lastimarte», y también: «Cuidado con los escalones.» Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay una gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.






2 comentarios:

Geraldine, dijo...

Primero ame sus letras, despues su voz leyèndolas....beso y buena semana!

Estela dijo...

Hola Geraldine! Tanto tiempo!
Cortázar es uno de mis enormes amores literarios, disfruto y admiro toda su obra.
Besos tb para vos...