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miércoles, 19 de octubre de 2011

El tiempo que querría. Fabio Volo.



Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo.
Lo que me gusta de tu sexo es la boca.
Lo que me gusta de tu boca es la lengua.
Lo que me gusta de tu lengua es la palabra.

Julio Cortázar


He cometido el peor de los pecados
q
ue un hombre puede cometer. No he sido
feliz.

Jorge Luis Borges



¿Cómo no entusiasmarse con un apígrafe así? Bellísimos poemas de dos de mis escritores preferidos... Y más si las primeras palabras que luego leo dicen:

"Soy hijo de un padre que nunca nació. Lo sé porque he observado su vida. Desde que tengo memoria, no recuerdo haber visto jamás placer en sus ojos: pocas satisfacciones, quizá ninguna alegría.
Eso me ha impedido disfrutar plenamente de mi propia vida."


Fabio Volo me ha cautivado con su novela. He disfrutado cada frase, cada imagen, cada descripción, cada sentimiento. En un estilo ameno, profundo pero sencillo, nos lleva a lo largo de la vida de Lorenzo dejándonos entrever, de alguna manera, cómo se forja su personalidad, comprendiendo sus actitudes a partir de sus vivencias. Las descripciones de las situaciones son de una riqueza y una veracidad que nos hacen reconocerlas inmediatamente, la vida muchas veces es así. Y las vivencias de nuestra niñez y adolescencia nos marcan tanto que condicionan nuestras relaciones de adultos. El tema, el gran tema, es darse cuenta a tiempo.

Con una estructura narrativa que intercala los relatos de su relación con su padre y los de la mujer que ama -y que ha perdido- , Fabio Volo nos muestra el corazón y la cabeza de Lorenzo, su personaje. Sus inseguridades, sus descubrimientos, sus certezas... y su esfuerzo por recuperar "el tiempo que querría" no haber desperdiciado, pues ésa es su sensación.

¿Conocen...? ¡Sí! ¡Seguro que la conocen! Es esa sensación de querer apresurar la lectura para avanzar en los acontecimientos pero a la vez la necesidad de ir más despacio, disfrutando cada palabra, para que la novela no termine... Éso es lo que he sentido...

Hay tanto para detenerse a reflexionar... Tantas reflexiones y descripciones logradas, precisas, verdaderas... que también son un espejo para nosotros... ¿Hay también para nosotros un tiempo que querríamos recuperar?

Párrafo aparte se merecen el capítulo donde Lorenzo es iniciado en el mundo de la literatura, de los libros. Cada argumento a favor de esa inclinación, ese "vicio" -que seguro muchos compartimos- sirve para reafirmarnos (reafirmarme) en la enorme riqueza que aporta el arte de la escritura. Y esta misma novela es prueba de ello.

En definitiva... ¡Me ha encantado! ¡La disfruté muchísimo! ¡¡Y ÉSE final!! Queda dando vueltas en la cabeza mucho tiempo. Es una novela con la contundencia de un cuento, redonda, impactante, que no nos deja iguales a como comenzamos la lectura... Y firme candidata a la relectura...

La recomiendo... ¡Por supuesto! ¡¡Excelente!!


Ficha
Editorial: Plaza & Janés.

I.S.B.N.: 9789506442118
Clasificación: Ficción y Literatura, Novelas, General.
Formato: Rústica.

Páginas: 256

Publicación: 22/04/2011

Reseña


Lorenzo no sabe amar, o simplemente jamás ha sabido demostrarlo. Ahora, a los treinta y siete años, tiene ante sí dos amores difíciles de su pasado que debe reconquistar, que debe reconstruir. Por un lado, el amor de su padre, el hombre que admiraba de niño, cuyo afecto y atención anhelaba, y de quien se ha distanciado hasta parecerle un extraño más. Por el otro, el de "ella", la mujer que lo ha dejado y cuyo nombre nadie se atreve a pronunciar delante de Lorenzo. Dos llamadas telefónicas, dos noticias inesperadas -su padre está enfermo, "ella" se va a casar- obligan a este hombre que ha alcazado el éxito sin olvidar sus raíces a emprender un viaje a los recuerdos, a su trayectoria personal y a esos sentimientos, los más auténticos, que siempre ha guardado en lo más hondo. Una historia en la que descubrimos con emoción cuántas cosas en la vida del proganista se asemejan a la de cualquiera de nosotros. Una historia que habla con sencillez de las pequeñas lecciones importantes: lo maravilloso y difícil que es convivir en pareja, las dudas al amar, la relación con los padres cuando pasan los años y la oportunidad de tender un puente cuando parecía que ya no quedaba esperanza. Una novela que habla de un padre y un hijo, de una mujer que no se puede puede olvidar, de emociones y sentimientos que rara vez se expresan, que destila ternura, simpatía, autenticidad en cada página y con un protagonista al que todos reconocemos y con quien nos podemos identificar. Una historia sobre esos instantes que definen nuestra vida, y esas pequeñas lecciones que no deberíamos dejar escapar. Porque siempre se está a tiempo de comprender, perdonar, luchar, sentir, agradecer y amar.

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