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sábado, 24 de enero de 2015

Persiguiendo y encontrando a Silvia. Elisabet Benavent

Bueno bueno bueno. ¿Qué tenemos aquí?

Se promociona como novela erótica, comienza como un chicklit, pero es mucho más. Conclusión: una agradable sorpresa.

Había leído varios y buenos comentarios sobre las novelas anteriores de Elisabet Benavent, la saga de Valeria, y comencé a leer muy buenas críticas sobre esta dupla, así que dije: veamos. En general huyo de la moda de novela erótica en boga que aprovecha el tirón de las sombras de Grey (saga que me prometí NO leer porque todo el mundo dice que no tiene calidad literaria) y me atreví con ésta porque en varios sitios que comentan literatura esta autora era destacada por su estilo. Y ¿qué encontré? Una muy buena novela, bah! dos muy buenas novelas.

Sí, es cierto, comienza como la típica chicklit: chica joven con un buen trabajo abandonada por su novio y que sale a divertirse para olvidar, cargada de humor y diálogos chispeantes. Pero a poco de comenzar a leer la cuestión se va poniendo más seria, más profunda, más honda y va tomando un cuerpo y una solidez que enganchan. Resulta interesante la estructura de la novela haciendo un entremado donde corren, capítulo a capítulo, dos tiempos diferentes y consecutivos, logrando un efecto inmediato en la curiosidad y ansiedad del lector. Los personajes son sólidos, tienen carnadura, no parecen maniquíes estereotipados. La trama es muy interesante y la historia de amor es el hilo conductor (y para nada es un amor edulcorado) pero el verdadero meollo -y de ahí el título- es la búsqueda de sí misma, Silvia necesita encontrarse, definirse, y ése es el más difícil y legítimo de los caminos del ser humano.No hay superficialidad, los diálogos son inteligentes y maduros y las situaciones planteadas son difíciles y muy reales. 
Sí, Elisabet Benavent tiene un estilo definido y atractivo. Sí, la novela no te da respiro. Sí, la he disfrutado muchísimo.

¿Comparaciones? Siempre subjetivas pero bastante efectivas. A mí me hace acordar a las sensaciones que me producen las novelas de Megan Hart y Samantha Young. ¡¡Ojo!! Digo las "sensaciones" porque son novelas donde si bien hay una gran carga erótica y muchas muchas escenas de sexo no es eso lo que permanece en la memoria sino los conflictos y pasiones de los personajes, por lo menos eso es lo que me pasa a mí. Por eso digo que es mucho más.

Habrán visto que me gustó, la recomiendo con seguridad porque no es una novela, una saga más, tiene peso propio. Y esta experiencia me anima a leer las novelas de Valeria (aunque al ser cuatro me intimidan un poco), ya encontraré el tiempo para ellas.

Comparto sólo la reseña de la primera de las novelas para no adelantar nada pues merece la pena leer la obra sin spoilers.

Persiguiendo a Silvia.

Y tú ¿qué estarías dispuesta a hacer por amor? Silvia trabaja en una importante multinacional y está perdida. Silvia necesita encontrar a alguien para olvidar a Álvaro. Álvaro es su jefe y acaba de romperle el corazón. Bea, su mejor amiga, le propone un viaje... Y allí Silvia se encuentra con Gabriel... Gabriel es una estrella de rock y también tiene problemas. Silvia y Gabriel conectan desde el principio. Y pronto descubrirán que ese encuentro cambiará sus vidas. Tras el éxito de ventas y crítica de la saga Valeria, Elísabet Benavent nos vuelve a enamorar con una historia en dos partes -Persiguiendo a Silvia y Encontrando a Silvia- que habla de amor, de amistad y de sexo al más puro estilo Valeria con unos personajes inolvidables que te enloquecerán. Una novela ágil, llena de vitalidad y humor que nos habla de lo difícil que en ocasiones resulta amar a alguien.

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domingo, 15 de junio de 2014

Literatura romántica. Literatura erótica... ¿Y el boom de qué?

Desde hace bastante tiempo me venía haciendo ruido todo este boom de la novela erótica y me parecía nadar a contracorriente pues había decidido no leerlas.

Disfruto mucho de las novelas románticas (entre otros muchos subgéneros) y como ya tengo varios años de lectora encima he podido disfrutar de las buenas escritoras y he tropezado también con las que aplican la fórmula best sellers a rajatabla y producen estereotipos y clones insufribles. Hay de todo, muy bueno, no tanto y malo.  

Pero... ¿Cómo arribamos a este boom de literatura seudo erótica? Creo que para llegar a este punto el caldo se ha ido preparando con diversos ingredientes. Primero la autopublicación, de donde surgen algunos escritores buenos con escasa posibilidades económicas, pero donde abundan los que se creen escritores y aún les falta mucho, desde técnica hasta talento. Tienen algo de difusión y los toman en alguna editorial cazatalentos.
En segundo lugar aparece con fuerza la necesidad de innovar, lo que para muchos es correr límites, saltar la raya, transgredir... a cualquier precio.
Y en tercer lugar, comprobadísimo: el SEXO VENDE, ¡Siempre! Entonces... ¡A no desaprovechar!
Así surge, para mí, esta moda editorial que, a mi criterio -otra vez- no es erótica sino pornográfica o pornomorbográfica.

¿Qué me mueve a escribir esto?
Por primera vez en mis años de lectora y bloguera he leído y comentado un par de novelas "subidas de tono" para lo que estaba acostumbrada y, una de ellas -Tentada-, me impactó por su temática, su calidad y sus personajes. Siendo un tema difícil de digerir, la destreza de la autora me llevó de la mano hacia el conflicto sicológico y emocional más que a  centrarme en los sexual.  Una novela de calidad que no participa de esta moda, aunque la reeditaron aprovechando el tirón.

Publiqué mi opinión. Y en esos mismo días aparecen en sitios de temática romántica que habitualmente leo dos artículos de protesta o rebeldía cuyo contenido comparto totalmente. En El rincón de la novela romántica "Pues hasta aquí hemos llegado" y en Cazadoras del romance "Involución lectora..."  (Gentileza de LadyMarian) Ambos pretenden marcar una clara diferencia entre la romántica y la erótica o, lo que ya no es erótica porque se ha transformado en violencia, relaciones patológicas y prácticas sexuales aberrantes. Estoy de acuerdo en todo lo que dicen.

¿Cuál es mi preocupación?
El enorme volumen de ventas y la edad de las lectoras.
Conozco varias adolescentes que leen  con entusiasmo estas novelas, de dudosa calidad literaria, y que "formatean" sus emociones, sus relaciones de pareja y su sexualidad de acuerdo con estos parámetros. No es lo mismo esta novela en una mujer de 30 años o más que en una adolescente. 
Y mi otra reflexión me lleva a preguntarme qué está pasando con nuestras relaciones de pareja si necesitamos este morbo y esta pornografía literaria para "revitalizar" nuestra vida.

 Es cierto, la literatura es ficción, pero también es modelo.
¿Hay que prohibir? No.
¿Hay que diferenciar? Sí. Que quien compre sepa claramente lo que consume y no vendan gato por liebre.


Quienes disfrutamos de la literatura en general y de la romántica en particular tenemos una misión. Preservar la buena literatura, la de calidad, la que transmite valores, la que me hace mejor persona después de leerla, la que me ayuda a conocerme más. Diferenciar lo que es romántica, con los sentimientos y el amor como móvil, de lo que es patológico, violento, denigrante. Y amplío la propuesta a no difundir y , obvio, no comprar.


¡Ups! Salió una entrada larga. Pero calma mi necesidad de expresarme.
Preciosas ilustraciones de la artista Catherina Romanelli.
No se pierdan los artículos de los links.
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jueves, 12 de junio de 2014

Tentada. Megan Hart

Excelente. Impactante.

Tal vez por la fuerza del descubrimiento... pues es  la primera novela que leo de esta temática y, realmente, me conmovió.


Me gustó mucho el estilo de Megan Hart. Escritura prolija e intensa, trama dinámica y profunda, personajes sólidos y complejos.
El trío de Alex, James y Anne se me ha metido en el alma. Son personajes con tanta fuerza, con tanta profundidad, con tanta carnadura que los he sentido vivos, quedaron dando vueltas en mi cabeza y en mi corazón durante mucho, mucho tiempo. 

La temática tratada es espinosa si las hay: un trío. Con escenas de alto voltaje,  gran carga de erotismo y con historias de vida complejas la autora nos deleita con una historia de amor que nos permite entrar en los corazones, la psiquis y los conflictos de estos tres personajes. La narración es precisa, fuerte, contundente y está tan lograda la trama que no nos lleva a juzgar sino a comprender y simpatizar (en el sentido de empatía)  con Anne, James y Alex. Acompañamos el proceso de conocimiento, la forma en que va creciendo el amor, los dolores y placeres que ese mismo amor exige, igual que las renuncias y elecciones que provoca. Estamos ante la vivencia de un profundo drama humano y eso es lo que la autora logra transmitir. Es tal la maestría con que Megan Hart va desarrollando la trama que toda la fuerza erótica y la necesaria carga sexual no roba escenas sino que acompaña y apuntala el conflicto principal. En ningún momento sentí esta relación como obscena, morbosa y grosera, y eso que es  la primera novela que leo con esta temática.

El manejo de la tensión narrativa, y de la tensión sexual, es impecable, los climax son intensos y llegar al final es angustiante pues la decisión no es fácil y hemos llegado a querer tanto a todos los personajes que es inevitable sufrir. 

Debo reconocer que, en principio, la editorial me genera un enorme prejuicio pero me he sorprendido.
Sin ninguna duda no nos deja indiferentes, a mí me ha conmovido profundamente. He disfrutado muchísimo de su lectura y la considero una de las mejores novelas que he leído, para mí es mucho más que novela romántica erótica.


 Tenía todo lo que una mujer podía desear. Mi marido, James. La casa junto al lago. Mi vida. Nuestra perfecta vida. Hasta que Alex vino a visitarnos.
La primera vez que vi al mejor amigo de mi marido, no me gustó. No me gustaba cómo se comportaba James cuando estaba con él, no me gustaba que me siguiera a todas partes con sus penetrantes ojos grises. Pero eso tampoco me impedía desearlo. Y lo más sorprendente era que a James no parecía importarle.
Se suponía que tenía que ser divertido. Un romance compartido por los tres para las cálidas semanas de verano que Alex pasaría con nosotros. Se suponía que nadie tenía que enamorarse o desenamorarse. Yo no necesitaba otro hombre, aunque aquél en concreto destilara sexo por los cuatro costados y conociera todos los secretos que yo desconocía, unos secretos que mi marido no había compartido conmigo. Al fin y al cabo, teníamos una vida perfecta.


Creo necesario aclarar que no pertenece a la moda de novela erótica de los últimos años, no he leído las múltiples sombras de Grey ni sus alter ego pero, por lo que tengo entendido, no hay suficiente calidad literaria en esas obras (comento sin saber), sin embargo Megan Hart es una excelente escritora.
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