Una mezcla impecable entre la magia y la ciencia. Un paseo por la historia y el mundo creativo de la Inglaterra isabelina del siglo XVI y otros países de Europa. Con descripciones a lo Dickens y una mirada desde el siglo XXI, esta novela es una excelente continuación de "El descubrimiento de las brujas."
No faltan la aventura, la intriga, el romance... todos los elementos en su justa medida y en el momento adecuado.
Diana y Matthew profundizan su amor y su compromiso. Recuperan vivencias y disfrutan de un viaje al pasado del que pueden extraer mucha experiencia e información, pues conocen de qué manera secedieron los hechos en definitiva. La interacción entre presente y pasado es como un mecanismo de relojería, donde el encuentro con personajes del "futuro" definen y explican muchas de las acciones de éstos a posteriori. Algunos de los capítulos están ambientados en la actualidad, pero entrelazando hechos, objetos y situaciones con las vivencias de los protagonistas en el pasado.
El planteo científico y moral sigue siendo sólido y el ingrediente mágico, además de ser indispensable, es apasionante.
Enorme disfrute me ha generado la lectura de esta segunda parte. Para no perder detalle releí "El descubrimiento..." y fue una excelente decisión. Ahora sólo me queda desear con vehemencia que no se retrase la tercera y última parte de la historia, que según dicen saldrá en julio.
Una vez asumida su condición de bruja con poderes para viajar en el tiempo, la historiadora Diana Bishop está preparada para emprender un viaje al pasado en el que poder encontrar el Ashmole 782 completo, el manuscrito secreto cuyos poderes deben comprender para evitar el fin de la pacífica convivencia entre brujas, vampiros, daimones y humanos.
Su marido, el genetista Matthew Clairmont, la acompañará en esa búsqueda, pero viajar al pasado no es tan sencillo para un vampiro, y mucho menos a un pasado que ya vivió, donde su «yo» del pasado desempeñó un relevante papel en la lucha política de la época; un «yo» que odiaba a las brujas como Diana.
Rodeados de intrigas y en una incesante carrera por encontrar Ashmole 782, Diana y Matthew se adentrarán en el Londres isabelino acompañados por los amigos del Matthew del pasado —los miembros de la Escuela de la Noche y entre los que se encuentran Christopher Marlowe y sir Walter Raleigh—, e incluso Shakespeare. Pero también deberán refugiarse en un castillo de la campiña francesa y pasar unos meses en la corte del emperador Rodolfo II en Praga para lograr su objetivo y proteger su secreto, mientras Diana aprende a controlar la magia con una poderosa bruja.
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3 comentarios:
me falta leer la primera parte, pero me has antojado mucho esta segunda. ¡Gracias!
me falta leer la primera parte, pero me has antojado mucho esta segunda. ¡Gracias!
Ale!!
Ambas novelas son más que interesantes... Espero ansiosa el final de la trilogía.
Nos seguimos leyendo ;)
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