Una delicia de novela!! ¡¡Cómo he disfrutado al leerla!! Y cuántas veces me encontré bajando el libro, levantando la vista, paladeando una frase... y luego regalarme el placer de releerla. Como una caja de bombones, cada uno con un sabor particular que merece su tiempo, su deleite.
Ya está dicho: ¡Me encantó!
Jean Perdu es dueño de un negocio tan especial como extraordinario: La farmacia literaria, una librería instalada en un barco en el Sena. En vez de dispensar medicamentos, receta libros como remedio a las aflicciones del alma de sus clientes. Monsieur Perdu sabe muy bien cómo aliviar el dolor ajeno, pero jamás ha sido capaz de ayudarse a sí mismo. Han pasado más de veinte años desde que terminó su maravilloso idilio con una mujer casada, y todavía no ha logrado recomponer su corazón. Su gris existencia cambia el día en que conoce a su nueva vecina, Catherine, que también ha sido abandonada. Ella es la única persona que podría comprender su dolor, por eso decide confesarle un secreto que le atormenta: Manon le envió una última carta que nunca leyó por despecho. Catherine le insta a abrirla ahora... Jean nunca podría haber imaginado su contenido. Ahora deberá tomar una decisión: seguir anestesiado con una vida que ya conoce, aunque no sea especialmente feliz, o aventurarse a lo desconocido y redescubrir lo bueno que tiene la vida.
Esa idea de la "Farmacia literaria" es fantástica!! Recomendar libros de acuerdo con las necesidades del lector, saber orientar, guiar. Dice Jean Perdu que los libreros no se encargan de los libros sino de las personas... y tiene razón. Me tienta transcribir múltiples citas, pero mejor dejo que cada uno las descubra y disfrute a su manera.
La historia es espléndida, los personajes (todos) una pinturita, el paisaje, soñado. Y el estilo de Nina George es tan cálido, tan intimista y a la vez realista que conmueve.
Esta es una de esas novelas que amo porque el viaje exterior va a la par del viaje interior y de autodescubrimiento. Cumple a la perfección el periplo del héroe tan bien caracterizado por Campbell y Cirlot. Vemos ese proceso lento pero firme, esa mirada clara y lúcida sobre lo decidido, los temores e incertidumbres propios de "la aventura" del mirar hacia adentro.
Baste para información lo dicho en la contratapa. Y para la tentación de leerlo deseo que alcancen las emociones que pueda transmitir. Sabor a Provenza es una de esas novelas que me llenan el alma, que me confirman en algunas de mis creencias y posturas ante la vida y ante el amor. Por lo tanto no puedo traducir todo lo que me ha gustado, solo aconsejar su lectura.
Imperdible...
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1 comentario:
Hola! me sucedió lo mismo con esta novela. Me encantó, es una delicia y un placer de lectura. :)
un beso
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